jueves, 27 de enero de 2022

Apis mellifera: Un insecto fuera de serie

La abeja cuyo nombre científico es Apis mellifera es uno de los insectos benéficos de mayor impacto para la humanidad pues éste realiza una de las funciones más significativas para la biodiversidad: la polinización. Para entender mejor de qué se trata la polinización explicaremos brevemente el proceso: cuando las abejas visitan las flores en busca del néctar, transportan consigo el polen de las flores (en sus patas, alas, cabeza, y en todo su cuerpo). El polen está compuesto de células reproductoras masculinas; estas células pueden fecundar a los óvulos que son las células reproductoras femeninas de las flores y luego de la fecundación se generarán los frutos y las semillas. Además de este servicio vital, las abejas producen un alimento exquisito y nutritivo: La miel. La organización de una colonia de Apis mellifera se compone de tres castas diferentes: Reina, obreras y zánganos. La Reina es una hembra perfecta, es la que pone los huevos que aumentarán la colonia. Las obreras son hembras imperfectas y son ellas quienes realizan los múltiples trabajos que se derivan de una sociedad organizada. Realizan trabajos dentro y fuera de la colmena de acuerdo a su edad. Dentro de la colmena las obreras pueden ser limpiadoras, nodrizas, guardianas, ventiladoras, entre otras actividades. Fuera de la colmena realizan vuelos para recolectar néctar y polen. Los zánganos son los machos de la colonia y son ellos los encargados de fecundar a la reina. Cada una de las castas cumple con las funciones correspondientes y hace de las abejas una sociedad perfecta. Los servicios de polinización y la miel producida son los beneficios más conocidos que obtenemos de las abejas pero también podemos obtener el propóleo (compuesto de resinas de árboles), la apitoxina (el veneno de las abejas obreras) y la cera (secreción de glándulas abdominales). El propóleo es utilizado como medicamento para aumentar las defensas del organismo, la apitoxina es utilizada para preparar remedios para la artritis y actualmente se utiliza también para la preparación de cremas anti-edad y la cera es utilizada para la fabricación de velas artesanales y en la cosmética para la fabricación de lápices labiales y cremas depiladoras, entre otros usos. Como puede verse la abeja es un insecto del cual recibimos múltiples beneficios pero no lo estamos preservando como deberíamos. La tala indiscriminada de bosques y el uso exagerado de plaguicidas hacen que las abejas tengan cada día mayor dificultad para sobrevivir. La agricultura como hoy la conocemos no sería la misma sin la existencia de este insecto. La Ley 665/77 es bastante clara y es una de las armas de que disponemos para el cuidado de las abejas. En el capitulo sexto: Polinización de cultivos agrícolas, su Artículo 19º refiere que “el Ministerio de Agricultura y Ganadería incentivará y orientará la utilización de colmenas Apis mellifera para la polinización de cultivos agrícolas”. Disponemos de un incentivo legal para asegurar la polinización de los cultivos y esto nos permitirá darle a la abeja la consideración real que ella merece. Es importante que se conozcan todos los beneficios de este insecto que con el simple hecho de visitar las flores puede hacer de este mundo un paraíso de diversidad. Apostemos por la abeja, por sus beneficios y cuidémosla.

lunes, 24 de enero de 2022

Apicultura: Las abejas en la mira

 

Curso de Apicultura, Nueva Alborada, Itapúa

La Ley 665/77 de Apicultura en su artículo primero expresa: “Declárese a la apicultura como una actividad de importancia económica y social, debiendo protegerse a la abeja doméstica como insecto útil y a la flora apícola como riqueza nacional”.

En este sentido la ley es clara y determina una orden de protección de las abejas como insecto benéfico.

Este insecto pequeño y pocas veces valorado en su total dimensión es el ejecutor de una de las labores más importantes desde el punto de vista agrícola: la polinización.

Esta actividad llevada a cabo por las abejas y en menor escala por otros insectos y animales es vital para la fructificación de las plantas.

En una flor encontramos los granos de polen  que son las células reproductoras masculinas. Este polen debe fusionarse con las células reproductoras femeninas (óvulos) a través del proceso de la fecundación. Luego de ese proceso el ovario maduro de la flor se convierte en fruto y los óvulos fecundados en semillas.

Sin la presencia de las abejas, el polen que es trasladado por las patas y el cuerpo de estos insectos, muchas veces no llegaría a fecundar los óvulos y no tendríamos frutos ni semillas.

La palabra polinización proviene de polen. Es importante saber que hay polinizadores como mariposas, abejorros, murciélagos y picaflores que también realizan este proceso fundamental en las plantas y que nos asegura la biodiversidad.

En países donde las abejas fueron exterminadas, la polinización debe realizarse en forma manual y el porcentaje de fecundación obtenido decae notablemente. Además para poder polinizar grandes extensiones se necesita suficiente personal humano (en China realizan esta polinización manual en frutales y es muy chocante ver a hombres y mujeres trepados en los árboles).

En países como el nuestro en que las leyes  no se cumplen a cabalidad, las abejas están siendo exterminadas por el mal uso de los plaguicidas, por la aplicación en horarios inadecuados y por los ingredientes activos utilizados que son sumamente nocivos para ellas.

Existen plaguicidas como los  neonicotinoides que están prohibidos en la Unión Europea (UE); sin embargo en nuestro país se siguen utilizando. Los organismos estatales controladores, deberían enfocarse en las abejas como insectos benéficos y propiciar su protección. Bien sabemos de la importancia de los cultivos extensivos en nuestro país, pero debemos aprender a trabajar de forma conjunta ambas actividades agrícolas (apicultura-agricultura) pues una depende de la otra para que la biodiversidad del planeta no se pierda.

Lo mismo ocurre con la flora apícola que de acuerdo a la ley 665/77, estas especies son consideradas  “riqueza nacional” como se establece en el artículo primero. Es importante que las abejas tengan alimento y es de estas especies de donde  ellas extraen  el néctar y el polen  que transportan luego a su colmena (como alimento, no sin antes realizar la labor de polinización).

Estas especies de la flora deberían implantarse en avenidas, plazas, parques, paseos centrales, es decir, que se debe propiciar a las abejas el alimento necesario  para su conservación.

Con la deforestación alcanzando porcentajes alarmantes, pérdida de hábitats de especies y falta de protección a las abejas, corremos el riesgo de perder en poco tiempo la biodiversidad que representa nuestro legado a  las generaciones futuras. A este paso de destrucción en cincuenta años las distintas especies tanto animales como vegetales se habrán reducido en un 40% .

La ambición desmedida, la corrupción y  la falta de políticas conservacionistas son ingredientes de un cóctel mortal para el futuro de nuestra flora y fauna; quedando nuestros débiles recursos naturales dando manotadas de ahogado  en un escenario para nada alentador.

 

                                                                                                         Olga Bertinat de Portillo

domingo, 23 de enero de 2022

El colapso de las abejas

 El universo de las abejas (Apis mellifera L.) es sin dudas fascinante: miles de ellas habitan una colmena y realizan diferentes trabajos en una sincronía que llega a la perfección. Si consideramos que esta especie es vital polinizadora de los vegetales, podríamos comenzar a desesperarnos pues este insecto va desapareciendo y de su conservación depende nuestro futuro.

Si bien los científicos plantean varias teorías que explican su disminución, aún no pueden afirmar con exactitud cuál es la causa principal Una de ellas apunta a la utilización excesiva de productos químicos utilizados en la agricultura (insecticidas, herbicidas, etc.). Otra es la utilización de aparatos celulares, cuyas señales pueden crear confusión en el sentido de orientación de las abejas que no pueden regresar a la colmena, lo que causa su muerte en el campo.

La cantidad de pesticidas (30 diferentes) encontrados en el polen recolectado, evidencia que el problema es mucho mayor de lo que pensamos. A todo esto se suma la deforestación masiva y la falta de cumplimiento de leyes ambientales que hace que las especies melíferas sean escasas lo que reduce el alimento de las abejas. Con hábitats degradados y sin políticas de protección es imposible pensar en un futuro con alta diversidad biológica de especies vegetales y de insectos.

De acuerdo a investigaciones, en el mundo hay alrededor de 17.000 especies de abejas. De ellas, muchas han desaparecido y otras están en peligro crítico. Según la investigadora y docente Concepción Ornosa de la Universidad Complutense de Madrid "En la Península Ibérica ya no existen algunas que había hace 30 años". Ella asevera que este declive puede hacer que desaparezcan numerosas especies vegetales dependientes de estos polinizadores, lo que afecta directamente a nuestra alimentación.

Si bien en Paraguay contamos con la Ley 665/77 de Apicultura faltan medidas más duras para hacer cumplir la Ley que en su artículo primero expone cuanto sigue:

ART 1º “DECLÁRESE A LA APICULTURA COMO UNA ACTIVIDAD ECONÓMICA Y SOCIAL, DEBIENDO PROTEGERSE A LA ABEJA DOMÉSTICA COMO INSECTO ÚTIL Y A LA FLORA MELÍFERA COMO RIQUEZA NACIONAL”

La ley es clara y beneficiosa para las abejas y para la flora melífera; pero la voluntad política es negligente, pues la ley no se cumple y no pasa nada: no se aplican multas, no hay castigos, absolutamente nada.

Trabajando con abejas en Nueva Alborada
Un factor que ayudaría mucho en la conservación de las abejas sería la preparación técnica de los bomberos; para que el rescate y traslado de enjambres a lugares seguros, tanto para las abejas como para las personas, quede a cargo de ellos.

Es importante recordar que en los meses más calurosos las abejas suelen salir de sus nidos o colmenas: es lo que se denomina enjambrazón y ellas no saben que los lugares que eligen para instalarse pueden ser inapropiados. Simplemente se instalan y la gente les tiene miedo por sus picaduras y no encuentran “mejor manera de eliminarlas” querociándolas con insecticidas en spray o quemándolas sin saber que estos hechos  son considerados delitos.

El Programa Nacional de Apicultura y Meliponicultura (PRONAM) es un programa que se encuentra vigente y se extenderá hasta 2020.Tiene como objetivo general “Incrementar en forma sostenida y sostenible la competitividad y productividad de la producción Apícola y Meliponícola”.

Recordemos que tan sólo en caso de que se críen abejas del género Apis se denomina apicultura(cuando tienen aguijón).La meliponicultura es la crianza de las abejas meliponas o abejas sin aguijón.

Es esperanzador saber que existen programas nacionales que puedan revertir la situación catastrófica de las abejas y así contribuir con la sobrevivencia de las mismas.