Lectura y Animación: La lectura como medio para despertar vocaciones y como elemento de iniciación artística.
lunes, 8 de septiembre de 2025
Los verdaderos motivos para escribir por Olga Bertinat de Portillo
La labor de un escritor no se reduce únicamente a hilvanar palabras bellas o contar historias atrapantes; también consiste en asumir una responsabilidad ética frente al tiempo y al mundo en que vive. Escribir implica sembrar ideas, despertar emociones y provocar reflexiones en quienes leen. Por eso, un escritor puede y debe convertirse en un puente entre la realidad y la conciencia de las personas.
Si la función que uno se propone es generar un apego mayor hacia la naturaleza, hacia los animales sin hábitat, los domésticos abandonados, el cuidado del agua o la gestión responsable de la basura, entonces la escritura se vuelve una herramienta de transformación silenciosa pero poderosa. No se trata de adoctrinar, sino de invitar a sentir. Un relato en el que un río contaminado tenga voz, un poema que dé dignidad al perro callejero, una crónica donde se muestre la herida de un bosque talado, pueden conmover más que un discurso técnico.
El escritor puede revertir la indiferencia a través de historias que devuelvan humanidad a lo no humano, que otorguen presencia a lo invisible y que muestren el vínculo sagrado entre la vida humana y la naturaleza. Puede recurrir a la metáfora, a la denuncia poética, al cuento breve que siembra duda, o a la novela que construye mundos donde cuidar es sobrevivir.
Escribir con esta intención significa creer en la capacidad del arte para cambiar sensibilidades, porque antes de cambiar el mundo, es necesario cambiar la mirada. Y la palabra escrita, en manos de un escritor comprometido, tiene la fuerza de hacerlo.
Escribo porque creo que cada palabra puede ser semilla, y porque tal vez, en el silencio de una lectura, alguien decida cuidar la vida que nos rodea.
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